Perfecta combinación para pocos, un problema para el montón.

¿Se han llegado a preguntar por qué, para algunos, la soledad es un consuelo? ¿Les ha pasado que muchas veces necesitamos ayuda en las personas, pero sólo la solución la tenemos dentro de nosotros? ¿Han visto cómo la sociedad trata a esos algunos que ven la soledad como su más grata compañía? ¿Se han preguntado qué valor tiene el silencio para estos seres con mentes ruidosas? No se lo han preguntado, ¿verdad? Pues las actitudes frente a estos casos suelen ser las típicas y míseras recomendadas por la sociedad, que no busca crear solución ni hacer frente a esto, sino genera más problemas para algo que no es un problema, pero así lo hacen ver.

Creo que la soledad es una manera de huir de la rutina. Una manera de descubrirnos y conocernos más. Una forma única de madurez en nuestro ser, pero la gente sólo piensa en tratar a esta pequeña parte del mundo como fenómenos, raros, desadaptados y muchos otros términos que no definen realmente estas personalidades, sino describen lo que realmente es el montón de gente “normal” que sólo son prototipos brindados por la sociedad para quedar sumisos ante sus intereses.

El silencio es la melodía más placentera cuando vamos en busca de soluciones y encuentros con nosotros mismos. Es el sonido más tentador para transportarnos a un yo que tenemos dentro, pero aún no hemos conocido. Aquí se encuentran soluciones, problemas y grandes pensamientos desencadenados. Pensamientos salvajes como las olas del mar. Ideas únicas en el mundo. Una mente más abierta a la imaginación y el rincón del auto-perdón.

La soledad viene acompañada del silencio, interrumpido por los pensamientos. Todo es una combinación perfecta de la vida que trata de escapar a lo común y ser originales en el pensamiento.

El prototipo de la sociedad es bueno, pero en ciertos aspectos, no en todos que engloba un alma corriente. Aunque no hay alma corriente, todas son únicas, sólo que los pensamientos de algunos convirtieron monótonos los pensamientos de otros. Todo es un ciclo. Si la sociedad tiene males, es por la manera en que nos moldea a vivir la vida propia. En como las cosas que nos gustan pasan a formar parte de un segundo plano y a veces van a aquel rincón desconocido que hoy puedo llamar olvido. Dejamos de hacer por querer ser quienes quieren que seamos.

Somos una verdad atrapada en la mentira que debe actuar como tal.

Todos los derechos reservados

© Gustavo Malagón (2016)