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Tomada de La Casa de Gestalt |
Es viernes. A diferencia de muchos, yo estoy en mi cuarto escribiendo estas tristes palabras para ustedes.
No estoy triste, triste está el ánimo y la vida, y como todo lo que nos rodea nos afecta, me he afectado de la mejor manera.
Solo, como muchos lo están, estoy escribiendo con dolor ajeno lo que mi autoestima no reconoce y es, precisamente, la viva tristeza que crece en mí todas las noches.
Siempre me ha motivado escribir de la soledad, del olvido, del abandono, del desamor, de la estruendosa verdad que se impone fuerte y dolorosa al alma. ¿Por qué será? Porque las noches son soledades infinitas, es decir, cada uno de nosotros se siente más solo de lo que está... o la vida le enseña que realmente sentirse es estar.