La lectura no es obligación, ni mucho menos un hábito de fácil aplicación. He pasado por miles de incognitas que representan, a veces, un problema para aquellos que buscan precipitarse al mundo de la literatura por primera vez. Esto no es un elemento más de la vida, tampoco representa una rutina monótona; esto es la vida y un mundo placentero del espíritu. Hubo algo que me dejó aquí, queriendo este mundo (literario) para tener el equilibrio con el real. Mis comienzos como lector no fue hace cinco, seis, siete u ocho años. Mis comienzos fueron finalizando el año 2014 y por eso sé qué es enfrentarse a esta vida. Agradecido con el destino, inicié con libros de mi agrado, siendo el primero por casualidad y el segundo por querer... cuando llegué al tercero, ya estaba sumergido en el querer a la literatura.
